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Itziar Irazabal, nueva presidenta de medicusmundi

"La cooperación nos da una manera particular de ver el mundo, y estar implicada en una ONGD es una forma de vida". Nuestra recién nombrada presidenta de medicusmundi lleva 30 años involucrada en la cooperación

Este mundo merece ser conocido en su globalidad. Hace 30 años salí por primera vez de Europa: fui a Ecuador con el programa Juventud Vasca Cooperante. Y ya son más de 20 años como socia de medicusmundi Bizkaia, con quien he podido conocer Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala... . He podido comprobar que la diversidad cultural y natural son una riqueza y que las desigualdades o la pobreza son un problema real. Un problema al que socialmente y de manera organizada podemos hacer frente. Si eres de Mozambique o RD Congo, y tienes problema de salud, no tienes las mismas oportunidades que tenemos aquí, y eso no debería ser así. Creo firmemente que la salud es un derecho universal, que nazcamos donde nazcamos, deberíamos tener acceso una sanidad pública, gratuita y de calidad. La cooperación nos da una manera particular de ver el mundo y estar implicada en una ONGD es una forma de vida.

En los más de 60 años que tiene medicusmundi, el mundo ha cambiado: las capacidades de los profesionales de salud han ido aumentando en todo el mundo, la comunicación es instantánea y, por lo tanto, nuestra manera de cooperar ha cambiado. Ya no se trata tanto de enviar personal médico, medicamentos o construir dispensarios, si no de fortalecer y apoyar estructuras, organizaciones y capacidades locales que trabajen a favor de la salud pública.

Nuestro objetivo a largo plazo sigue siendo el mismo: desaparecer, y ¡ojalá no fuéramos necesarios en el mundo!. Pero, de momento, se ve difícil. Así que, nuestro reto es seguir reforzando los sistemas públicos y comunitarios de salud de los países en los que trabajamos, en especial la Atención Primaria, y siempre aplicando el principio de equidad; que las personas, cuando tengan problemas de salud, puedan acceder a servicios de calidad, que tengan las mismas oportunidades y los mismos recursos que tenemos aquí.

En ese sentido, debemos continuar poniendo en el centro los determinantes sociales de la salud, y trabajar de igual a igual con las personas y colectivos que menos acceso tienen, que son sobre los que más se vulnera el derecho a la salud: mujeres, diversidad funcional, indígenas, LGTBIQ+, niñez y adolescencia, víctimas de violencia, etc.

Así mismo, la lucha de medicusmundi tiene que desarrollarse también en nuestras Comunidades Autónomas, a nivel estatal y europeo, combatiendo también aquí las causas estructurales de pobreza y desigualdad, en alianza con otras entidades. En un contexto polarizado, de discursos de odio y recortes, medicusmundi tiene que seguir siendo un referente positivo para la sociedad, en especial en el ámbito de la cooperación sanitaria.

Asumo el cargo de la Presidencia de la Federación de Asociaciones Medicus Mundi en España (FAMME) para los próximos dos años con compromiso y sentido de responsabilidad, y con la convicción de que esto es un trabajo en equipo: el resto del consejo, voluntariado y socias, juntas directivas, equipos técnicos, cooperantes, socias del sur, etc. Será importante cuidar y escuchar a las personas que forman parte de medicusmundi desde hace años y, a la vez, dar oportunidades a personas más jóvenes, acercándonos y transmitiéndoles nuestra misión y nuestros valores a las nuevas generaciones en este mundo cambiante.