Saltar a contenido

Contra la riqueza que empobrece

"Devuélvannos la tierra, devuelvánnos el agua, devuélvannos las semillas y nosotros conseguiremos acabar con la pobreza".

La presentación del Panel Internacional para la Erradicación de la Pobreza y la Desigualdad, impulsado por la Alianza Española contra la Pobreza, ha servido para realizar una valoración sobre el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y analizar cuál es el nuevo marco de desarrollo que se está creando a nivel internacional. Claroscuros de los ODM Según el Catedrático de Economía José Antonio Alonso, el balance que se puede hacer de los ODM es ambiguo, ya, que si bien se han dado avances en la reducción de la pobreza extrema, seguimos teniendo una gran cantidad de población frágil y vulnerable. Además, se ha avanzado muy poco en la lucha contra el hambre e incluso se puede decir que ha habido un retroceso en temas ambientales. Para otro de los participantes, Magdy Martínez, de Naciones Unidas, los ODM han sido un reflejo de que si nos fijamos metas globales, conseguiremos la acción colectiva. Además hay que atribuirles el mérito de que han puesto la pobreza en el centro del discurso de las políticas de cooperación. Según Ricardo Fuentes, Responsable de Investigación de Oxfam en Gran Bretaña, hay que celebrar los avances que se han producido en ámbitos como la reducción de la mortalidad infantil (desde 1990 17.000 niños menos mueren a diario) aunque el tener un marco tan estrecho nos ha hecho enfocarnos en lo que estaba en la agenda, olvidándonos de otros asuntos que se quedaron fuera, como la desigualdad económica. La nueva agenda del desarrollo En las dos mesas se ha coincidido en que el proceso de construcción de los ODM fue muy poco participativo. Para José Antonio Alonso fue una mecánica muy parecida a la del despotismo ilustrado, es decir "todo para el pueblo, pero sin el pueblo", por lo que es fundamental que los nuevo Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se basen en un proceso mucho más participativo. En el nuevo marco es fundamental reclamar políticas fiscales progresivas y más justas y tener en cuenta que hay que cuestionarse incluso nuestro propio modelo de desarrollo, sobre todo en lo referente al modelo productivo y consumista, que no podemos pretender replicar. Para Ricardo Fuentes, tenemos que guiarnos por un prisma más complejo: los nuevos objetivos de desarrollo tienen que suponer una transformación de la sociedad: "No es un agenda del Norte para el Sur, es una agenda para todas las personas". Hablamos de problemas comunes como el desempleo juvenil, el cambio climático, por lo que las soluciones también tendrán que ser comunes, aunque en cada país se tendrá que modular la respuesta dependiendo de su situación. Ignacio Sáiz, del Center for Economic and Social Rights, ha señalado que hay que poner la desigualdad en la agenda y también las condiciones transnacionales que la generan. Algunas claves para el futuro A lo largo de toda la jornada se han ido desgranando algunas de las claves para que la nueva agenda del desarrollo no suponga un fracaso, entre las que podemos destacar: Convertir la cooperación en una política pública global. Que los Estados se hagan conscientes de que tienen que ceder soberanía, pues muchos de los temas relacionados con la pobreza y la desigualdad están muy relacionados con políticas locales. Fijar reglas de gobernanza internacional. Promover la ciudadanía activa, para fomentar entre otras cuestiones, que no se deje de lado la rendición de cuentas por parte de los Estados y los organismos internacionales. Ante estos debates, no deja de surgir la duda de la posible hipocresía que hay en hablar de todo esto mientras se fomentan tratados como el TTIP y no cambian las políticas de la OMC, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Ante esta cuestión, J.A. Alonso ha recordado que vivimos en un sistema que genera asimetrías y que es tarea de las ONG intentar corregirlas y que hay que fomentar la participación activa de la ciudadanía para conseguirlo, algo en lo que ha coincidido Ricardo Fuentes. Para terminar, Marta Benavides, histórica activista salvadoreña por los derechos humanos y miembro de Global Call Against Poverty ha lanzado un mensaje optimista afirmando que " somos poder" y que sólo necesitamos creer más en nosotras mismas, y nos ha puesto el ejemplo de los campesinos de El Salvador con cuyas palabras hemos comenzado esta crónica.

Al finalizar el acto, Mercedes Ruiz-Giménez, presidenta de la coordinadora estatal de ONGD, ha leído la Declaración de Madrid por una vida digna para todas las personas de este único planeta.