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¿Por qué la eliminación de la malaria en el mundo debería ser una prioridad?

La malaria es la enfermedad parasitaria que mayor morbilidad y mortalidad genera en el ser humano. Concretamente, la población más vulnerable son los niños y niñas menores de cinco años: se calcula que, si no hacemos nada, entre 2018 y 2030 morirán 31 millones de menores.

La incidencia en el ser humano sigue siendo altísima. En cifras globales, el informe mundial sobre la malaria 2022 sitúa en 619.000 muertes y 247 millones de casos. Esto supone 59 casos por cada 1.000 habitantes de riesgo en 2021, cuando el objetivo marcado era de 31 casos según la Estrategia Técnica Mundial contra la Malaria 2016-2030 (EMT). Después de sufrir la malaria durante siglos, hay que plantearse porqué es necesario erradicarla a nivel mundial.

Porque…. Cada 1,06 minutos la malaria mata un niño menor de cinco años (*1). Es una enfermedad aguda y una clásica enfermedad materno-infantil. Alrededor del 80% de las muertes por malaria se producen en niños menores de 5 años, y la mayoría de las muertes restantes se producen en niños menores de 10 años y en mujeres embarazadas. Durante el embarazo pone en riesgo la salud de la madre y la del bebe, pudiendo causar nacimientos prematuros, abortos espontáneos y muerte fetal.

Porque…es la enfermedad letal infecciosa más antigua que se conoce (desde hace 30 millones de años) que ha afectado y afecta a todos los continentes (actualmente sobre todo África y a excepción de la Antártida). La malaria es una enfermedad que ha acompañado a la humanidad desde siempre, y tiene el dudoso honor de ser la asesina más letal de la historia. Y a pesar de eso, todavía el ser humano no ha sido capaz de acabar con ella ni de controlarla.

Porque…a pesar de los esfuerzos de los últimos años (entre 2000 y 2015 en los que se consiguió una reducción del 27% en la incidencia mundial de casos y un descenso del 50% en las tasas de mortalidad), la evolución para frenarla se estancó a partir de 2015, y poco a poco, países como Bolivia, Honduras, Nicaragua, Panamá aumentaron la casuística. Y la tasa de mortalidad aumento en un 40% en Botswana o Eritrea. La incidencia de casos fue mayor en 2020 que en 2015 en cuatro países africanos: aumentó en un 25% en la República Democrática del Congo, Nigeria y Uganda; y un 40% en Angola. Es cierto que también hay lecturas positivas. En 2021 tanto China como el Salvador han declarado la erradicación de la malaria, y otros 25 países están en la senda de conseguirlo en 2025. Pero no se puede bajar la guardia: La malaria siempre vuelve.

Porque…la gran dificultad para erradicarla se debe a las propias características del mosquito y del parásito: se ha observado un cambio de comportamiento al evitar mosquiteras tratadas o adelantar su hora para picar. Y lo que es más importante: ha aumentado su resistencia hacia los insecticidas y el parásito a los medicamentos. Esto hace que la herramienta más eficaz que maneja la población, que es el mosquitero, disminuya su durabilidad física y química. El tiempo medio de retención de los actuales mosquiteros por hogar en el África subsahariana es de aproximadamente 1,9 años, aunque las campañas masivas comunitarias suelen tener lugar cada 3 años Esto significa que una proporción considerable de la población permanece sin protección efectiva durante algo más de un año.

Según el Informe 2022: La Salud en la cooperaciónla iniciativa más prometedora para poder controlar esta enfermedad, si se tiene en cuenta las resistencias al tratamiento con artemisina que están apareciendo en la región africana y a las resistencias a los insecticidas que se usan en las mosquiteras, serían las vacunas. Una de las más avanzadas es la RTS,S/AS01 contra el plasmodium falciparum, que es el tipo de plasmodium más mortal que causa malaria. La OMS está promoviendo su uso en la vacunación infantil en las regiones que tengan una carga media o alta de esta enfermedad, pero no hay datos suficientes para poder valorar esta medida. Se espera una vida salvada por cada 200 vacunas inoculadas, y una disminución del 40 % de los episodios de malaria. Según estas previsiones, está claro que no puede ser la única medida que se debe implementar. Si se quiere controlar esta enfermedad, hay que  aumentar el acceso integral a medias diagnósticas, preventivas y terapéuticas. Lo cierto es que en esta era, teniendo líneas de investigación con potencialidad tecnológica, no estamos todavía ni cerca de controlar y mucho menos de erradicar esta enfermedad.

Porque…el trinomio malaria- pobreza-subdesarrollo estén íntimamente ligados. Según las propias palabras del doctor Pedro Alonso, que desde hace 15 años se dedica a combatir la malaria, afirma que esta enfermedad es el paradigma de la pobreza, ya que es a la vez consecuencia y causa de que muchos países arrastren una carga de subdesarrollo. Por un lado, millones de adultos no pueden trabajar, y millones de niñas y niños no pueden ir a la escuela. Por otro se desarrolla en lugares más pobres donde las casas son de calidad inferior, donde no hay agua potable ni canalización de aguas. El mosquito encuentra charcos donde reproducirse fácilmente y cebarse en personas que no tienen posibilidad de protegerse por falta de recursos.

Porque…el cambio climático y el calentamiento global están haciendo que haya más zonas del mundo aptas para los mosquitos trasmisores de malaria. Los empuja a desplazarse hacia nuevos espacios y regiones más altas: 4,7 Km cada año durante el último siglo. La expansión de enfermedades infecciosas mortales aumenta en extensión 6,5 m. por año, según la Alianza para las vacunas GAVI. Unido a un calentamiento global de 1,2ºC está favoreciendo la trasmisión de la malaria en nuevos territorios. Hay regiones como la mediterránea que tuvieron en el pasado malaria, y se está en riesgo de volver a tenerla por estos cambios climáticos. En España, por ejemplo, el último caso autóctono de malaria fue en 1961, hace apenas 60 años. Y aunque el riesgo de reinfección es bajo por el momento, no se puede descartar.

El cambio climático junto a las crisis humanitarias son las razones por las que muchos seres humanos se desplacen en busca de zonas con mejores condiciones de vida. Estas migraciones son vulnerables y susceptibles de sufrir malaria ya que no tienen acceso a prevención o tratamiento durante el viaje. 

Porque... la disminución de la financiación desde la pandemia y la guerra de Ucrania está afectando a los programas nacionales contra la malaria, aumentando la brecha entre financiación y recursos necesarios para combatirla, especialmente en los últimos tres años: si en 2019 era de 2.600 millones de dólares, en 2021 aumentó a 3.800 millones de dólares. En ese año su inversión fue de 3.500 cuando se había estimado 7.300 en la Estrategia técnica mundial contra la malaria 2016-2030 de la OMS (https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240031357).

Porque...la pandemia ha debilitado los sistemas de salud en muchos países. La OMS denuncia que se centran más en el tratamiento de enfermedades que en la prevención. Este año la OMS ha hecho hincapié en la absoluta necesidad de fortalecer la Atención Primaria como base para reforzar la resiliencia de los sistemas de salud, especialmente ahora que los recursos financieros son escasos. Porque los sistemas de salud que se apoyan en la Atención Primaria proveen una atención menos costosa, más eficaz, y una mayor cobertura a la población. Y la única forma de encaminarnos hacia la cobertura sanitaria universal.

 

 

(*1): Hay 619.000 muertes, el 80% (menores de 5 años) son 495.200. Los minutos anuales serían 60 minutosx24 horas x 365 días=525.600. O sea, sería una muerte casa por cada minuto (1,06 minutos en concreto)