Cuando en la asamblea de Teruel,  en 2014, asumí la Presidencia de la FAMME, dije que creía que todos tenemos un compromiso con los tiempos que nos ha tocado vivir y lo sigo creyendo y ese compromiso nos debe llevar a tratar de dejar el mundo al menos un poco mejor a como nos lo dejaron nuestros padres. 

Seguramente estos son los mejores tiempos para la humanidad desde siempre, aunque el cambio climático pueda acabar con esto. Es la primera vez en la Historia que es posible alimentar a toda la humanidad y también podemos conseguir un nivel de salud y educación como nunca antes. Solo falta la voluntad política para hacerlo real.

Lo que nosotros hacemos, lo que la cooperación hace es, seguramente, poco más que parches, pero nos proporciona conocimiento a través de la relación como iguales con los más vulnerables y sus realidades y nos da legitimidad para denunciar las causas de las desigualdades, esa falta de voluntad política, para promover conciencia social de la necesidad de cambiar las cosas, para combatir ideas contrarias al progreso de todas las personas a través de la incidencia política y la Educación para la Transformación social

Con eso quiero decir que nuestra labor fundamental, en mi opinión, es política, muy política, totalmente política, porque si de verdad queremos conseguir lo que pregonamos en nuestra misión, el único camino viable es forzar la voluntad de los que detentan el verdadero poder y cambiar las políticas que suponen un obstáculo insalvable al progreso de todas las personas, que impiden que todas podamos alcanzar todas nuestras potencialidades en igualdad, solidaridad y libertad que solo será real con las necesidades básicas cubiertas..

El 21 de junio de 2014 fui elegido Presidente del Consejo Ejecutivo de la FAMMME, ya llevaba entonces año y medio en elConsejo. Esto supuso para mi un reto que consideraba complicado, muy complejo, dudaba de mi capacidad para llevarlo adelante, pero por otra parte me ilusionaba mucho

Han sido unos años duros, las consecuencias de la larga crisis y de los recortes en políticas sociales, han llenado de incertidumbre el futuro de la cooperación. Hemos tenido debates importantes en los que hemos limado las diferencias entre las asociaciones en temas de interés para la FAMME y para cada una de las asociaciones. La relación con las empresas, la necesidad de discriminar los proyectos que presentamos a la AECID por poner un par de ejemplos han tensionado en ocasiones las relaciones entre asociaciones, pero al mismo tiempo nos ha permitido ir avanzando en cohesión y coherencia.

En realidad, representar a las asociaciones de la FAMME estos siete años, ha sido sobre todo un gran honor, con un hito muy especial que no puedo dejar de señalar en mi despedida, el que permitió a un médico de pueblo dirigirse, aunque fuera muy brevemente, a la Asamblea General de la OMS en la recepción del premio Sasakawa al Modelo Incluyente de Salud que promovía en cuatro países (Perú, Bolivia, El Salvador y Guatemala) Medicus Mundi NAM

En este tiempo, espero que algo mío haya quedado en la FAMMME, pero lo que es seguro es que ha quedado mucho en mi, que he recibido mucho más de lo que he dado y, por eso, estoy muy agradecido y, en buen medida, orgulloso.

No puedo despedirme sin agradecer de forma muy especial a Felix, Patricia, Carlos y Teresa. Es cierto que la FAMME somos todas las asociaciones, pero sé que sin vosotras cuatro y vuestro compromiso diario esto sería otra cosa y, seguramente,  peor.

Como habéis sido muchos y no quisiera olvidaros a ninguno, sin citaros también quiero agradecer a todas las personas con las que he compartido el Consejo Ejecutivo estos más de 8 años, sin olvidar a los que nos precedieron. Vuestro compromiso y dedicación a la FAMME en su conjunto, olvidando muchas veces los intereses particulares de vuestras asociaciones, ha sido un ejemplo para mí, como espero haberlo sido para vosotras.

Para ir terminando, agradecer también a todas las asociaciones con todas las personas socias y voluntarias y el personal de las oficinas, gracias por vuestro apoyo, vuestros esfuerzos y vuestro respeto al Consejo y a mi persona, gracias

Ahora si, para acabar, dar la bienvenida a las nuevas miembros del consejo, aunque parezca un reto complicado, entrad sin miedo, solo necesitaréis sentido común y compromiso con medicusmundi, el resto os lo irá dando el grupo que vais a formar.

A la nueva Presidenta, Cruz, lo primero darte las gracias por asumir el reto, sé que lo vas a hacer muy bien porque puedes y porque vas a contar con todo el Consejo para apoyarte y, si lo llegas a necesitar, puedes contar conmigo, lo mismo que el Consejo con el que seguiré colaborando en los grupos de trabajo en los que pueda ser útil.

Gracias y nos encontraremos en el camino