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8M: La brecha salarial nos aleja de una igualdad de género real

Queda librar una lucha que abrirá la puerta a más derechos: la lucha de la brecha salarial. Según un estudio publicado por el Instituto  Europeo por la Igualdad de Género en Europa en octubre de 2019, las mu jeres cobran un 20% menos que los hombres. Para verlo mejor: es como si el 4 de noviembre de cada año dejaran de recibir los sueldos que sus compañeros varones siguen cobrando.

Hace 45 años las mujeres islandesas alzaron su voz para reclamar igualdad salarial y conquistar el techo de cristal. Fue "El Día de las Mujeres Libres". Cada vez más mujeres en todo el mundo alzan sus voces para reclamar el protagonismo que merecen en todos los ámbitos. Justicia económica, justicia frente a la violencia de género, justicia  para las esclavas sexuales, derecho de salud sexual y reproductiva, derecho a ser dueñas de su propio cuerpo, derecho a la educación y a la tecnología. Y cada vez se van reduciendo las barreras con pequeñas acciones que terminan teniendo grandes impactos en este mundo globalizado.

Ellas dejan  de cobrar el 4 de noviembre

Pero queda librar una lucha que abrirá la puerta a más derechos: la lucha de la brecha salarial. Según un estudio publicado por el I nstituto  Europeo por la Igualdad de Género en Europa en octubre de 2019, las mujeres cobran un 20% menos que los hombres. Para verlo mejor: es como si el 4 de noviembre de cada año dejaran de recibir los sueldos que sus compañeros varones siguen cobrando. Si analizamos el techo de cristal, los altos cargos y consejos de administración siguen copados por hombres, siendo la presencia femenina un 25% inferior.

En España, el sueldo acompaña a la baja a las mujeres con un 17% menos. En cuanto a los puestos de poder seguimos en la cola, ya que es mayoritaria la presencia masculina. No obstante, poco a poco se va implementando el marco legal para reducir esta brecha de género, que se manifiesta  también en cotizaciones  inferiores (reducen las posteriores prestaciones).  Concretamente si estudiamos el cobro de las pensiones (que supera el 30% de brecha entre mujeres y hombres), encontramos que muchas mujeres trabajadoras cobran  bastante  menos que los hombres y muchas de ellas rozan el umbral de la pobreza. Uno de los últimos avances legislativos que va creando el marco legal es el  RO 6/2019 para el trabajo de "igual valor, igual sueldo". O los permisos parentales igualitarios, cuya ejecución todavía tiene que penetrar en la sociedad.

En Sanidad, 5 nóminas menos al año

Por sector de actividad, es precisamente en Sanidad donde está la tercera brecha más grande en cuanto al sector de actividades. El Instituto Nacional de Estadística no deja lugar a dudas: son cinco nóminas menos de media si eres  mujer. Lo que se traduce en casi 10.000€ menos. Pero esta  brecha  ha ido en aumento: si en 2010 la diferencia era de 7.000€, en 201 7 subió a 10.000€.

Entre los médicos y médicas, una encuesta de 2018 revela que la diferencia salarial sube a un 27%. El número de  mujeres supera con creces al de hombres en los niveles inferiores con salarios bajos, pero disminuye en los puestos directivos o especialidades. Es decir, la mayoría de las especialidades  donde se cobran complementos están copadas por hombres, lo que supone una doble discriminación. Para rematar, el propio embarazo  impide que las mujeres dejen  de hacer guardias, lo que conlleva dejar de cobrar complementos. Ello supone una pérdida contributiva por cuestión de género, según la OMC.

Cuidados y dependencia tiene nombre de mujer

Las estadísticas nos desvelan otro dato desigual: el 85% de los cuidados a la infancia, las personas mayores o enfermos con necesidades específicas lo llevan a cabo mujeres. Según Eurostat 7,7 millones de europeas entre 20 y 64 años se ocupan de los cuidados a familiares. La proporción es de un hombre frente a 17 mujeres. Los datos nos confirman que en diez años la reducción de las personas encargadas ha sido solamente de un 5% en parte también por la crisis.

En este sentido, la división sexual del trabajo, con la mujer en casa y cuidando enfermos no ha cambiado nada. La mujer aparca su vida profesional para ocuparse a coste cero en detrimento de su propio estatus, lo que no ayuda a que se reduzca la brecha salarial ni la de la pensión.

Medicusmundi por la igualdad

Igualdad de oportunidades, igualdad de género, igualdad de funciones e igualdad de sueldo. Esa es la premisa desde la que nos movemos y nos movilizamos. Y en nuestros proyectos, trabajamos por la igualdad en todos los ámbitos en los países del sur.

  • El proyecto Isuku Hose en Ruanda ha incorporado a las mujeres de las cooperativas como agentes transformadoras de las comunidades para el proyecto de promoción socioeconómico “Dukore Tujye Imbere”.  Se trabaja con ellas aspectos relacionados con la higiene y el saneamiento en el distrito de Kamonyi.
  • En Koulikoro -Mali- desarrollamos un proyecto de cooperación orientado a la autonomía y a la mejora de las condiciones socioeconómicas de un grupo de mujeres viudas de edad avanzada (entre 65 y 85 años) en su trabajo en un huerto cercano al río Níger, su único medio de subsistencia.
  • En Lima, se trabaja en la Casa de la Mujer El Agostino para el empoderamiento de las mismas, garantizando la sostenibilidad a favor de la equidad de género
  • Documental Woman sobre violencia de género en Mozambique donde se demuestra la vulnerabilidad de la mujer en todas las clases sociales y demuestra las nuevas generaciones empoderadas para combatirla desde todas las áreas sociales y culturales.

En todos trabajamos en la línea de la protección de todos los derechos. El Fondo Monetario Internacional no es nada optimista: considera que no se va a poder alcanzar la igualdad hasta que pase casi un siglo, en el año 2117. Pero nosotras sabemos que no pasará tanto tiempo en el que el 8 de marzo pase de ser un día para reivindicar a ser un día para CELEBRAR .