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"Agradecemos mucho la experiencia que hemos podido vivir"

Irantzu Echarte y Maitane López son dos estudiantes de Enfermería en la UPNA (Universidad Pública de Navarra), que después de terminar tercer curso en junio han estado en Churcampa (Perú) durante tres meses conociendo y cooperando en un proyecto que apoya medicusmundi para mejorar la salud de la población desde una perspectiva integral e incluyente. Como veréis, han vuelto encantadas.

Cómo fue vuestra llegada a Churcampa, con ese entorno geográfico tan peculiar? ¿Qué tal es eso de vivir durante tres meses a 3.200 metros de altitud? Maitane: La llegada a Churcampa la recuerdo con mucho cariño, después de una semana en Lima y Ayacucho, dos ciudades grandes, y a pesar de que he crecido entre Pamplona y un pueblo muy pequeño de Navarra, el lugar sorprende. Reconozco que en un primer momento me pareció mejor que la idea que llevaba desde aquí, observé tiendas, restaurantes, un par de plazas... nuestro hostal era humilde pero estaba limpio y tenía todo lo necesario. Sin embargo los primeros días resultaron difíciles, la adaptación tan lejos de casa y en un pueblo que ofrece solamente lo necesario no es sencilla. Lo peor ha sido el frío churcampino, he necesitado mucha ropa de abrigo, tanto en casa como en la calle. Con respecto a la altura no he tenido ningún problema, ni dolor de cabeza ni mareos... destaco únicamente la pérdida de apetito y en consecuencia de peso de las primeras semanas y la sequedad de la piel durante toda la estancia. Irantzu: La llegada fue mucho mejor de lo esperado. En cuanto a la altura no tuvimos ningún tipo de problema, ni dolores de cabeza ni mareos o vómitos. Si que nos sofocábamos más rápido de lo normal al subir cuestas o andar más rápido, se notaba sequedad en la piel, sangraba la nariz… pero nada serio. El entorno era precioso. Es verdad que para llegar tienes que pasar por tramos llenos de curvas, carreteras muy estrechas… pero merece la pena ya que desde arriba las vistas son inigualables. Es cierto que cuesta estar tan lejos de cosas tan comunes como un cajero, que estaba a dos horas y media en coche desde Churcampa, pero como íbamos sobre aviso de ello, al final te acostumbras y te quedas con lo más positivo del lugar en el que estás. Antes de viajar a Churcampa tuvisteis un tiempo de formación aquí en medicusmundi Navarra y también un tiempo de acogida con nuestra gente en Perú, así como el contacto con Salud Sin Límites, la organización peruana con la que trabajamos en el país. ¿Qué supuso para vosotras este acompañamiento? Irantzu: Lo valoramos de forma muy positiva, ya que gracias a ellos hemos sabido desde un primer momento a dónde íbamos y así poder hacernos una imagen más cercana de lo que nos iba a tocar ver y vivir. La manera de trabajar la salud es muy distinta, por las necesidades y cultura, por lo que veo muy necesario esos días de inducción para poder aprovechar mucho más la estancia allí y además, la organización sanitaria también es distinta y es importante conocerlo para poder trabajar correctamente. Maitane: Agradecimos mucho este acompañamiento, ya que el proyecto es muy diferente a lo que hemos podido estudiar o ver aquí y necesita de formación antes de llegar. Los profesionales en Lima nos acogieron muy bien, así como la ONG Salud sin límites, que nos ayudó a comprender el nuevo modelo de salud. "Es una forma de manejar la salud muy distinta a la que vemos día a día en Pamplona." Habéis acompañado al equipo de trabajo del proyecto en su tarea diaria, ¿qué destacaríais de esta experiencia? ¿qué os ha llamado más la atención? Irantzu: La experiencia ha sido muy enriquecedora en todos los sentidos. Es una forma de manejar la salud muy distinta a la que vemos día a día en Pamplona. Hay una clara necesidad de abordar los problemas desde un punto de vista familiar o comunitario y no tan individualizado como aquí. Hay comunidades alejadas de cualquier otro “pueblo”, en la que la comunidad o tus vecinos, son tu familia, los que te ayudan y están día a día contigo, por lo que es necesario realizar una sanidad conjunta. No tienen la costumbre de acudir al puesto o centro de salud si tienen alguna dolencia, por lo que es necesario que sean los profesionales los que se acerquen a ellos, les hagan hincapié en la necesidad de acudir o les expliquen signos de alarma. Un aspecto muy curioso, es que toda la comunidad sabe donde viven los médicos o enfermeras y si necesitan algo, a la hora que sea y el día que sea, les llaman directamente a la puerta de su casa. Es importante, en mi opinión, que estos centros o puestos tengan suficiente material para hacer frente a situaciones de riesgo, ya que las distancias a recorrer son muy largas y sino muchas veces, no daría tiempo de tratar a esa persona correctamente (distancias de más de una hora para llegar a Churcampa, desde donde muchas veces hay que derivar a Huanta o Ayacucho, que están a hora y media y tres horas respectivamente). Maitane: Destaco la gran labor del equipo de trabajo. El proyecto es ambicioso y nada fácil, implementar el nuevo modelo de salud en la zona tiene muchas dificultades. En mi opinión una muy importante es la geografía, las distancias no son largas... en el mapa, pero si en las carreteras, con muchas curvas y fuertes desniveles. Además, son necesarios los equipos de los diferentes puestos de salud de la zona, pero para ellos supone un trabajo extra y un tiempo que no siempre tienen. Me ha gustado la idea de llevar la salud a la misma vivienda de la persona, sin duda es allí donde se mantiene y se pierde, causando la enfermedad. Destaco que sobre el papel no se entiende esta idea, pero al visitar los hogares familiares he comprendido muchas de sus necesidades de salud. Por ejemplo, las cocinas no tienen salida de humos, el agua no es potable, las casas son frias, existe hacinamiento, los animales no estan apartados, no siempre hay letrinas... las condiciones en la zona me han sorprendido y me han hecho reflexionar sobre su calidad de vida. Además de estas salidas del puesto de salud, durante una semana, habéis acompañado la atención de partos… Maitane: Hemos estado en el centro de salud de Churcampa durante cuatro semanas. Este año terminamos la carrera de enfermería y debemos realizar un trabajo de fin de grado, aprovechando nuestra estancia allí y comentando esto al equipo, se decidió aumentar el tiempo de pasantía para recoger más información y aprender algo más de la parte asistencial en Churcampa. Vimos unos 6 ó 7 partos, y atendimos de manera autónoma al recién nacido, una experiencia increíble. El parto vertical fue muy bonito de ver, algo totalmente diferente. También rotamos por consultorio de enfermería, obstetricia, emergencias, hospitalización... De esta parte destaco la dificultad del trabajo del personal de salud y la falta de medios. Ha sido difícil ver a tantos niños con problemas de baja talla y peso, así como de anemia, cuya solución pasaba por mejorar la alimentación, sin embargo su madre contaba que no tenían dinero para ello. También me impresionó la cantidad de embarazos adolescentes de la zona y poca conciencia de la población de los métodos anticonceptivos. Irantzu: Hemos tenido la oportunidad de poder estar en el Centro de Salud, aprendiendo la atención a niños y gestantes, así como los partos. Los partos, en esta zona de Perú, son en su mayoría verticales, algo que no se lleva a cabo en Pamplona. Ha sido una gran oportunidad poder verlo en primera persona y que ellos mismos nos explicasen las ventajas que tiene este tipo de partos. Las mujeres se sientan en una banqueta especial, con su marido detrás agarrándole la tripa, mientras ella se agarra a una cuerda colgada del techo para poder hacer fuerza. La obstetra se coloca en el suelo, para coger al recién nacido. De ahí se lo pasa a la enfermera, que es la encargada del cuidado al recién nacido, algo en lo que hemos podido participar y tomar parte desde el primer momento y lo cual agradecemos mucho. "Son experiencias que te hacen ver el mundo con otros ojos." Por último, tras tres meses en los andes peruanos, ¿qué sentís que habéis aprendido a un nivel más personal? ¿qué os han aportado las gentes quechuas con la que habéis compartido este tiempo? Maitane: Sin duda una parte fundamental de la estancia ha sido el trato con la gente de Churcampa. Desde el primer día nos han ayudado en lo posible, haciéndonos sentir parte de su equipo de trabajo, tanto en medicusmundi como en el Centro de Salud. Han sido un gran apoyo y hemos hecho amistades que esperemos se mantengan. De manera general destaco de la gente peruana su amabilidad, simpatía, su educación y sus ganas de hacernos sentir como en casa. A nivel personal he aprendido a tratar con pacientes que tienen muchísimas necesidades, que se puede vivir con menos y que lo importante es el trato humano con los que tenemos cerca. Irantzu: Ha sido de las mejores experiencias de mi vida. He aprendido mucho, especialmente en cuanto al trato con las personas, ya que la forma de ser es muchísimo más cercana y cálida que la que vemos día a día aquí, nos han acogido con un cariño y amabilidad digno de admirar. Es una lección aprendida y que espero no olvidar. A parte de ello, hemos tratado con personas con muchísimas necesidades, madres que no tenían dinero para darles una alimentación correcta a sus hijos, hogares de adobe y barro sin baño y casi sin cocina… son situaciones muy duras de ver, pero que te hacen reflexionar mucho sobre la necesidad de ayudarles, de agradecer todo lo que tenemos, de ver otra parte del mundo que muchas veces se deja olvidada. Creo que son experiencias que te hacen madurar mucho y empiezas a ver el mundo con otros ojos.

Aquí tienes una galería de imágenes de la estancia de Irantzu y Maitane en Churcampa.