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DAÑOS COLATERALES DEL ÉBOLA

Sin negar la importancia del ébola (que hoy por hoy es transfronteriza) no podemos obviar que la dimensión de la epidemia no viene marcada sólo por la propia enfermedad.

En primer lugar, las consecuencias más devastadoras son el debilitamiento y desestructuración que causa sobre los sistemas de salud en países que ya de por si tienen unos sistemas frágiles, con un personal insuficiente, e insuficientemente preparado, sin material sanitario eficiente para protegerse y que ha sido el primero en sufrir el devastador contagio. Como consecuencia se han suspendido campañas de vacunación imprescindibles para la población e intervenciones quirúrgicas.

Otro factor ha sido la estigmatización social del enfermo por el miedo al contagio. Este miedo ha repercutido en la atención a otras enfermedades febriles como la malaria, o aquellas en las que esté implicado el contacto con sangre como el parto, sida,… En cuanto al factor económico, la lucha contra el ébola ha supuesto una concentración de los recursos tanto humanos como económicos, que ha ido en detrimento de los otros programas básicos de salud que en el África subsahariana son la verdadera causa de mortalidad (sida, malaria, tuberculosis,…). La estructura social-familiar también se ha visto afectada, ya que el número de muertes entre la población femenina ha sido superior que entre la masculina. La causa es su rol de cuidadoras, y que son las personas más comprometidas dentro de la comunidad.

Resumiendo, esta epidemia ha dejado en evidencia graves carencias de formación y falta de personal sanitario, de supervisión, de gestión, de equipamiento, de recortes en cooperación, de debilitamiento de los pobres sistemas de salud, y de recursos económicos en todas las áreas. El ébola seguirá siendo una realidad y ahora tenemos una tregua que nos permite seguir investigando y aprender de la experiencia. Medicusmundi sabe que la única forma es apostar por los sistemas públicos de salud.