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Presentación del Informe 2021 en su vigésimo aniversario La Salud en la Cooperación al Desarrollo y la Acción Humanitaria

El informe conjunto de las ONG sanitarias Médicos del Mundo y medicusmundi cumple 20 años analizando en qué se invierte el dinero que debe mejorar la salud mundial. Y lo hace con una mesa redonda donde se debate sobre la salud en el mundo, la crisis climática y cómo el nacionalismo de vacunas está agrandando la brecha sobre la desigualdad.

Hace 20 años, cuando se redactó el primer informe de esta serie, el VIH/SIDA era una de las mayores prioridades de la salud mundial. En 2021, otra enfermedad transmisible, la COVID-19, ocupa el primer puesto entre estas preocupaciones. Por segundo año consecutivo es la enfermedad infecciosa por una sola causa que ha provocado más muertes en el planeta, además de agravar la situación del resto de patologías.

Las vacunas han supuesto un cambio en la evolución de la pandemia, pero solamente en aquellos países que han podido acceder a ellas. El acaparamiento de dosis por parte de los países más enriquecidos revela el fracaso de la comunidad internacional y lo alejados que estamos de una adecuada gobernanza mundial de salud. Sólo un dato: 241 millones de dosis se tendrán que tirar si no se emplean antes de que finalice 2021. Mientras, la iniciativa COVAX, creada para poder distribuir 2.000 millones de dosis en 92 países de bajos ingresos este año, solamente había repartido 330 millones hasta octubre. Urge suministrarlas a los países empobrecidos para limitar los riesgos de las variantes Delta y Ómicron y reducir la posibilidad de aparición de otras nuevas, porque la pandemia está lejos de controlarse globalmente.

Estas son algunas de las principales conclusiones del informe La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria 2021, hecho público hoy por las ONG Médicos del Mundo y medicusmundi en una presentación en la que han intervenido Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad y antiguo cooperante en África y América Latina; Carlos Mediano, presidente de medicusmundi Internacional; José Félix Hoyo, vicepresidente de Médicos del Mundo, Cruz Ciria,  jefa del área de salud de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID) y Laura Celià, Directora General de Cooperación de Baleares.

El acto contó por primera vez con una fila 0 virtual, que compartió experiencias de África y América Latina, compuesta por:

  • Dra. María Isabel Rodríguez, Activista por el derecho a la salud y Ex Ministra de Salud de El Salvador.
  • Dr. Fernando Ignacio Carbone Campoverde, Asesor del Ministerio de Salud y Ex Ministro de Salud de Perú.
  • Labila Sumayah Musoke, Activista por los Derechos Humanos y el derecho a la salud, Iniciativa de Kampala.
  • Dr. Githinji Gitahi, Director de Amref Health Africa.

Abrimos con este informe el debate sobre cómo queremos que sea la salud del  mañana, coordinada y global o egoísta e ineficaz. La conversación se ha abierto en las redes sociales con la etiqueta #lasaluddelmañana

“Con esta pandemia hemos empezado entender de verdad el concepto de la globalidad de la salud y la enfermedad. Por eso necesitamos fortalecer el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud, haciéndola mejor y más eficiente, pero sobre todo, dándole independencia económica, para que su actividad no esté sujeta a condiciones”, manifestó Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias y con amplia experiencia como cooperante de varias organizaciones entre ellas de medicusmundi.

Increíblemente, la salud va progresivamente perdiendo peso en el conjunto de donantes internacionales de ayuda al desarrollo (AOD). Más que nunca, si la salud es lo primero, es necesario mantener este sector como prioritario en la cooperación internacional a través de unos presupuestos adecuados, que la sitúen en torno al 15% del total de la AOD. "La inequidad es el mayor problema en salud mundial, como se ha vuelto a ver en el reparto de vacunas para la COVID-19. La cooperación sanitaria es uno de los pocos elementos que existen para luchar contra esta desigualdad y por lo tanto tiene que ser una política imprescindible”, sentenció nuestro compañero Carlos Mediano. 

También planteó cómo la salud se ve afectada por el cambio climático, algo que puede empeorar en los próximos años. La mortalidad asociada a las olas de calor en personas mayores de 65 años ha aumentado un 80% desde el año 2000. Los cambios en la distribución de vectores que transmiten enfermedades, como malaria, dengue o zika, harán que aumenten estas enfermedades y más de 200 millones de personas podrían verse obligadas a desplazarse dentro de su país por motivos climáticos de aquí al año 2050. Pero también a la inversa, como afectan los sistemas sanitarios sobre el cambio climático: Si juntáramos a todos los sistemas de salud del mundo y se convirtieran en un país, sería el 5º el quinto país que más CO2 expulsa en el planeta, ya que representa el 4,4% de todas las emisiones. El 17% corresponde a instalaciones y vehículos sanitarios; el 12% proviene de fuentes indirectas, y un 71%, de la cadena de suministros, de bienes y servicios.

En cuanto a la Ayuda Oficial al desarrollo en España en 2020 disminuyó en 15 millones, situándose en el 0,23% de la renta nacional bruta, un porcentaje muy alejado del 0,32% de la media del conjunto de donantes del CAD, del 0,50% de la media de los países de la Unión Europea y del compromiso del 0,7% adquirido hace más de 50 años en el seno de las Naciones Unidas.