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Las Organizaciones Civiles piden a la Comisión Europea en esta semana decisiva que deje de bloquear el acuerdo de suspensión de patentes COVID ante la inminente reunión de la OMC

Organizaciones de la Sociedad Civil pertenecientes a la la Iniciativa Legislativa Europea ‘Right to Cure’  denunciamos la posición defendida por la Unión Europea en la Organización Mundial del Comercio, que sigue bloqueando la propuesta de India y Sudáfrica de liberar patentes, pese a lo acordado en el Parlamento Europeo.

 

Médicos del Mundo, Acceso Justo al Medicamento, Farmamundi, ACDESA, Medicamentos a un Precio Justo, medicusmundi como representantes y parte de 'Right2Cure' denuncian que la UE obstaculiza con su postura el acceso equitativo a las vacunas, prolonga el sufrimiento y aumenta el volumen de muertes causadas por el SARS-COV2 en los países que no tienen acceso. Se estima que todavía mueren cada día en el mundo 10.000 personas.

En vísperas de la próxima reunión de la Conferencia Ministerial de la OMC que se celebrará del 30 de noviembre al 3 de diciembre en Ginebra y que deberá tratar, entre otras cuestiones, la propuesta de suspensión de las patentes en relación a productos sanitarios, medicamentos, vacunas, etc. Queremos remarcar que todavía estamos a tiempo de aumentar radicalmente la vacunación en todo el mundo, ya que esta reunión es un punto de inflexión si de verdad pretendemos terminar con la pandemia.

La OMC abordará, nuevamente la petición de Sudáfrica y la India para liberar patentes y compartir conocimientos en productos y técnicas sanitarias en relación a la pandemia, propuesta apoyada por más de 100 países, incluido el Vaticano, además de centenares de premios Nobel, científicos, artistas, y organizaciones de la sociedad civil.

Frente a la necesidad de aumentar la producción, diversificar centros de producción y distribución, reducir precios abusivos y mejorar el acceso a vacunas y tratamientos, las corporaciones farmacéuticas lo bloquean apelando a sus derechos de patentes, su singular “patente de corso”. Y les apoyan la UE, Reino Unido, Suiza, Japón, y otros países ricos.

Mientras la Pandemia esté lejos de acabar, y la población del Sur Global siga sufriendo el ‘apartheid’ en vacunas, es nuestra obligación seguir luchando para que las vacunas, medicamentos y otras pruebas diagnósticas se consideren bienes públicos globales y no productos inaccesibles para la población más vulnerable del planeta.

A nosotros también nos afecta. Según las empresas, las vacunas pierden capacidad de protección a los pocos meses y por eso promocionan las terceras dosis en los países ricos. En este escenario deberemos comprar una o dos dosis anuales, a precios cada vez más caros y el riesgo de contagio seguirá. En efecto, la OMS advirtió la semana pasada que Europa vuelve a estar en el epicentro de la pandemia. Hans Kluge, director de OMS Europa afirmó que “según proyecciones fiables la actual trayectoria significaría otro medio millón de muertes por COVID hasta febrero”. Y el aumento se da en todas las franjas de edad. Para evitar que la COVID siga golpeando se debe lograr la vacunación universal.

A día de hoy, en los países desarrollados, el 70% de la población hemos recibido dos dosis, la pauta completa. En los países de bajos ingresos, menos del 5%. En República Democrática del Congo 0,17 dosis por 100 habitantes, en Sudán del Sur 1,3, en Tanzania 1,6, en Camerún 1,7, en Chad 1,4, en Madagascar 1,9, etc. Esta inequidad es una catástrofe moral para la humanidad (Dr.Tedros) y es un riesgo para todas las personas, porque el virus sigue circulando y matando, y puede generar nuevas variantes que escapen a la inmunidad adquirida con las vacunas.

La suspensión de patentes y la transferencia de tecnología a través de la OMS, que pidieron India y Sudáfrica en octubre de 2020, hubiera permitido fabricar el doble de dosis (60 millones diarias, en lugar de 30 millones diarias) y venderlas a precio de coste, más accesible para todos los países (1-2 euros / dosis, en lugar de 15-20 euros /dosis). De esta forma, el 1 de julio de 2021 se hubiera podido vacunar al 70% de la población mundial (5.640 millones de personas) con dos dosis (10.800 millones de dosis). La circulación del virus se habría cortado. Combinando la vacunación con las medidas de protección de salud pública, como mascarillas, distancia social, etc., la incidencia y la mortalidad habría caído en picado. Se hubiera evitado un millón de muertos. Se hubiera evitado también la ignominia de no vacunar a tiempo a millones de personas de países pobres. Y nos hubiéramos podido vacunar todos con menos de la mitad del dinero que hemos gastado los países ricos para vacunarnos sólo nosotros. Eso sí, las empresas farmacéuticas no hubieran tenido los enormes beneficios que han logrado con los precios de las vacunas 10 o 15 veces más caros de lo que cuestan. La Covid mata, pero las patentes también.

La plataforma Right to Cure, la Iniciativa Europea de la que formamos parte casi 400 organizaciones y que estamos recogiendo un millón de firmas para llevar esta iniciativa al Parlamento Europeo, estamos organizando en toda Europa actividades para informar a la sociedad civil, y por otro lado hacer presión sobre la Unión Europea, y movilizaciones en Ginebra del 30 noviembre al 3 de diciembre.

Para apoyar la iniciativa y firmar

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