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Trabajando por la salud nutricional de la población afectada por el conflicto de Malí en la Región de Mopti.

En Mali hay 10.000 refugiados procedentes de Burkina Faso y 3.200 de Níger, además de 251.000 desplazados internos que se concentran en una amplia franja que abarca norte, centro y sur sobre todo en Tombuctú, Gao, Kidal, Taoudenni, Menaka, Mopti, Koulikoro, Ségou y Sikasso.

Crisis climática,  pandemia COVID-19, inseguridad alimentaria y violencia

La situación en la que se encuentran los desplazados en Mali es cada vez más delicada y con un fuerte empeoramiento de las condiciones humanitarias y de seguridad en el país.

La crisis climática ha deteriorado y degradado el ecosistema y con ello se han mermado  los recursos naturales, sobre todo los que proporcionan alimentos y el agua, lo que provoca un agravamiento de la inseguridad alimentaria que se vive en la zona y a su vez sirve como catalizador de amenazas, conflictos y  disputas por controlar los pocos recursos disponibles.

La inestabilidad del país se ve reforzada con la  violencia iniciada en el norte entre diferentes grupos armados que son responsables de torturas, desapariciones y ejecuciones.

Y a todo esto, hay que sumar la llegada de  la pandemia de la COVID-19, algo que ha empeorado la situación humanitaria y de seguridad en Mali y que dificulta aún más  el acceso a la ayuda internacional.

Menores con malnutrición aguda severa, mujeres y población desplazada

En este contexto se está desarrollando el proyecto de Apoyo a la salud nutricional de la población afectada por el conflicto de Malí en la Región de Mopti con especial incidencia en los menores de 5 años víctimas de desnutrición aguda severa, las mujeres y la población desplazada planteado en partenariado entre MMSur, la Dirección Regional de Salud de Mopti (DRS) y que cuenta con la financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación y Desarrollo ( AACID ).

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