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medicusmundi advierte de la falta de educación en valores respecto a la sexualidad

En el marco del 4 de septiembre, Día Mundial de la Salud Sexual, medicus mundi ha querido reflexionar acerca de de la calidad y los retos del Servicio Vasco de Salud en esta materia y sobre la atención que hay que poner en los posibles movimientos hacia la privatización de determinados servicios.

Inmaculada Vila, voluntaria de la ONGD que trabaja desde hace años como ginecóloga en Osakidetza, reconoce que la oferta de servicios de Osakidetza en materia de salud sexual y reproductiva es “bastante amplia”. En su opinión, a pesar de la información disponible en la actualidad para la población más joven, reconoce que la asignatura pendiente es la educación sexual.

“Desde el servicio de matrona, al que se puede acceder directamente, previa petición de cita, se hace educación sexual, pero desde el punto de vista de la salud y no tanto con un enfoque global de la sexualidad, que es lo que realmente se necesita” , afirma mientras insiste en la implicación que debe haber al respecto desde diferentes sectores. “No es una competencia exclusivamente sanitaria. Quizás lo que falta es una coordinación al respecto, porque hay ayuntamientos que cuentan con servicios de educación sexual, pero el departamento de educación también debería implicarse. Tendrían que ponerse en marcha programas de educación sexual con un enfoque de la sexualidad como parte del desarrollo de las personas”.

A pesar de la cantidad de información con que cuenta la juventud, advierte, problemas como la violencia machista, el embarazo adolescente o el acceso a métodos anticonceptivos persisten. Vila tiene claro que una cosa es la información y otra la educación en valores. “Confundimos información con educación. Aquí se da carpetazo a la educación sexual con unas horas y un enfoque exclusivamente de conocimiento de los métodos anticonceptivos o la prevención de las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) y no referida a la sexualidad como componente de desarrollo personal, como se hace en países como Holanda, donde la educación sexual comienza a los cinco años y quizás por eso es el país europeo con menor tasa de embarazo adolescente”.

En cuanto a la situación del servicio de ginecología de Osakidetza en el escenario estatal de recortes y privatizaciones, Vila comenta que, si bien en otros servicios como la atención primaria sí se ha recortado bastante, por ejemplo, en el tema de sustituciones de personal, en su especialidad y en los servicios que oferta la sanidad pública, dice no haberlo notado. Sí hay, sin embargo, pruebas como las mamografías que están concertadas con centros públicos desde hace años, o servicios externalizados, como el de lavandería que existía en el ambulatorio en el que ella trabaja. “Antes había una persona que se encargaba de ello y ahora se ha externalizado”, comenta.

La línea roja Vila no la pone, sin embargo, en que alguna prueba puntual se haga en el sistema privado, sino en que el sistema público siga ofreciendo una sanidad de calidad a toda la población. “Lo importante es conservar el carácter universal del acceso a la salud porque la tendencia de algunos gobiernos es privatizar cada vez más servicios. En Euskadi, de momento, no hemos tenido privatizaciones de hospitales, pero la proyección a futuro puede ser esa; por eso tanto la ciudadanía como el colectivo sanitario debemos estar alerta y reivindicar lo público en todo momento”.