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Cumpleaños en tiempos de coronavirus

Hace unas semanas Luis Casado, presidente de medicusmundi norte, escribía este artículo para la Revista Oficial del Colegio de Médicos de Asturias con motivo de los 50 años que medicusmundi cumple en la región. Poco inaginamos en el momento de redactar este artículo lo que se nos venía encima. Mucho ha llovido desde aquel 1970 en que un grupo de doctores y misioneros abrían camino en Burundi. Pero seguimos en ruta.

Medicus Mundi cumple 50 años en Asturias. Como escribía Luis Estrada en el libro del 25 aniversario, “un corto plazo en el largo recorrido de la humanidad”. Desde aquellos añosen los que un grupo de personas con una gran ilusión pusieron las bases de la asociación en Asturias, el mundo ha cambiado enormemente, con grandes avances económicos, tecnológicos, y sociales. Sin embargo, este crecimiento no se ha hecho de forma uniforme y muchos pueblos siguen en la pobreza con grandes carencias sanitarias, alimentarias y con un gran déficit de los más elementales derechos humanos. Lejanos quedan los tiempos de la inauguración del hospital de Ntita en Burundi, primer gran proyecto en el que se embarcó Medicus Mundi Asturias. Después vendrían los proyectos en Honduras, Malawi, Nicaragua, Bolivia y un largo etcétera, en los que la organización aporta fondos materiales y recursos humanos para la prestación de los servicios sanitarios en las zonas más desfavorecidas. Con el paso de los años la cooperación ha ido cambiando en paralelo a los cambios sociales, económicos y políticos, habiendo pasado de una aportación de recursos en los primeros tiempos a otros temas de acompañamiento y asesoramiento en colaboración con las asociaciones locales, instituciones municipales o nacionales, para que de forma colaborativa se puedan ir realizando logros en su lucha diaria para la mejora de las condiciones de  vida, y conseguir el reto de la sostenibilidad en el tiempo de forma autónoma. En los últimos tiempos y de acuerdo coordinado con el resto de asociaciones de la Federación Medicus Mundi en España (FAMME) hemos vuelto nuestros ojos a África y en especial a Mali y Burkina Faso, países con un Índice de  Desarrollo Humano (IDH) de los más bajos del continente, con grandes necesidades sanitarias, alimentarias y en materia de educación, donde desarrollamos proyectos tanto sanitarios (construcción y equipamiento de dispensarios, laboratorios clínicos, clínica de desnutrición) como educativos (formación de mujeres) y alimentarios (huertos, nuevos cultivos). Todo ello sin perder de vista el impacto que las alteraciones medio ambientales y del cambio climático van a provocar en esta franja del continente y que va a precisar una colaboración aún más estrecha.

La sensibilización y educación para el desarrollo en nuestro medio es, en los últimos años, una línea prioritaria de trabajo para la organización, complementaria con la de cooperación internacional. El colaborar a un cambio de la visión de nuestra forma de vida, su impacto en los países del sur y la necesidad de dar respuestas comunes ante los retos del cambio climático y de la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se han materializado en proyectos a realizar en escuelas e institutos fundamentalmente, con la idea que las nuevas generaciones puedan tener una actitud formada y critica que ayude al logro de los retos que el futuro nos impone.

Los nuevos tiempos también nos traen nuevas formas de cooperación. La disponibilidad aún con restricciones de Internet en las asociaciones en los países con los que trabajamos no solo nos permiten una relación más fluida y rápida actualmente frete al correo postal clásico de los primeros tiempos en los que había que enviar las misivas con meses de antelación. Hoy estos medios tecnológicos nos permiten proyectos como el de tele rehabilitación a través del Grado de Terapia Ocupacional de la Facultad Padre Ossó, en el que un grupo de alumnas y profesoras están en estrecha colaboración por vía telemática con el personal sanitario en Mali para realizar tratamientos de recuperación y mejora funcional de forma coordinada y en estrecha cooperación. Son, sin duda, vías a seguir valorando y extendiendo en otros proyectos y en otros formatos, facilitados por las disponibilidades tecnológicas. Los últimos años también han traído cambios organizativos en Medicus  Mundi. Tras una profunda reflexión en el ámbito de la FAMME, la organización se ha ido reestructurando con la fusión de asociaciones pasando de las dieciséis asociaciones previas a las ocho actuales con idea de mejorar en eficiencia y adaptación a los nuevos requisitos de la Cooperación Internacional. En el mismo camino Medicus Mundi Asturias se fusionó en 2018 con Medicus Mundi Cantabria para dar lugar a Medicus Mundi Norte con la idea de mejorar nuestras posibilidades funcionales y de trabajo.

Reservo este último párrafo para agradecer el trabajo, dedicación y esfuerzos personales puestos por cada una de las juntas directivas desde su inicio, así como la de los socios, voluntarios y trabajadores  que durante estos años han ayudado a los fines de Medicus Mundi. También extensible este agradecimiento a las instituciones públicas (Principado de Asturias, Ayuntamientos, etc.) que durante nuestra ya larga vida han confiado en nosotros y nos siguen apoyando a través de la financiación de los diversos proyectos, así como a los beneficiarios de los proyectos, instituciones y ministerios en los países de destino por su confianza en nuestro trabajo. Y en el entorno próximo, nuestro agradecimiento a los grupos educativos, empresas, grupos musicales y tantas otras entidades que de una forma u otra han colaborado con la asociación, con especial relevancia al Colegio Ofi cial de Médicos de Asturias que desde el inicio ha apoyado a la asociación de forma generosa y desinteresada. Mientras siga siendo necesaria, Medicus Mundi seguirá luchando por mejorar la salud y las condiciones de vida de los pueblos más desfavorecidos.